Claudia Sheinbaum visita el norte de México ondeando una bandera con un mensaje de calma económica para la clase media de la región. La candidata presidencial de Morena, el PVEM y PT ha agendado esta semana, del miércoles al domingo, una intensa campaña por Nuevo León, Durango y Coahuila, Estados históricamente complicados para el movimiento izquierdista. Tan solo Coahuila ha sido gobernado por el PRI desde hace casi un siglo, sin interrupciones, y el año pasado refrendó su apoyo al partido más longevo de México, al elegir a Manuel Jiménez en el Ejecutivo.
En el mismo siglo, en Durango solo hubo alternancia un sexenio, de 2016 a 2022, cuando gobernó un panista, para que luego volviese a ser electo un mandatario priista, Esteban Villegas. Nuevo León, un fuerte bastión empresarial, ha dado más muestras de alternancia en las últimas dos décadas entre el PRI y el PAN, y actualmente es gobernado por un político surgido de Movimiento Ciudadano (MC), Samuel García.
La gira de Sheinbaum también contempla un paso por Tamaulipas, otro Estado tradicionalmente adverso para la izquierda, al menos hasta la elección de 2022, cuando Morena arrebató la gubernatura al PAN, de la mano de Américo Villarreal como candidato. En ese Estado fronterizo, la candidata habló este martes de continuar las ayudas gubernamentales instauradas por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero también se comprometió a dar respaldo a los empresarios e inversionistas.
La candidata de la coalición oficialista dijo luego desde Matamoros que la filosofía de Morena es que haya un reparto equitativo de recursos en la sociedad, sin atacar la propiedad privada.