Está en construcción, en el estado de Sonora, la que será la mayor planta de energía solar de América Latina. El proyecto es el esfuerzo más grande del gobierno en la dirección de las renovables, pero la información sobre el impacto ambiental es escasa.
En medio de un sexenio de proyectos energéticos enfocados en combustibles fósiles, surge un megaproyecto de energía renovable en México. El Plan Sonora, que se desarrolla en el estado homónimo, al noroeste del país, busca incrementar la generación de energía eléctrica mediante la construcción de un parque solar – operado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) – y la explotación minera de litio.
El proyecto se anunció oficialmente en febrero de 2023 por el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, durante un evento con más de 132 diplomáticos de países como Estados Unidos, Canadá, Rusia, Ucrania, Francia y Japón. Y la promoción llegó hasta la Conferencia de las Partes (COP) 28 en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, en noviembre pasado.
El Plan Sonora también incluye la construcción de infraestructura para seis parques científicos, la modernización del puerto de Guaymas y de seis puntos fronterizos, entre otras acciones complementarias. La inversión total será de 7 mil millones de dólares, de acuerdo con cifras oficiales.
“Lo positivo es que este proyecto se escapa de la política energética que favorece a las fuentes fósiles. Lo negativo es probablemente que, desde mi punto de vista, estaría llegando tarde. Creo que la administración tardó en desarrollar y en construir proyectos que contemplen tecnologías renovables”, señala Arturo Carranza, analista energético y director de proyectos de energía en AKZA Advisors.