Las autoridades estadounidenses han aumentado la seguridad alrededor del ex presidente Donald Trump en las últimas semanas, tras recibir información de inteligencia sobre un presunto complot de Irán para asesinarlo, según reportes de la agencia AP y CNN. Sin embargo, Thomas Matthew Crooks, el individuo que intentó agredir al candidato presidencial republicano el sábado en un mitin en Pensilvania, no estaría vinculado a dicho complot.
Un funcionario de seguridad nacional de EE. UU. señaló que tanto el Servicio Secreto (USSS) como la campaña de Trump fueron informados de la amenaza antes del evento. “El Servicio Secreto se enteró del incremento de la amenaza”, declaró. El Consejo de Seguridad Nacional (NSC) contactó directamente al USSS para asegurarse de que estuvieran al tanto de la situación. La campaña de Trump fue alertada sobre una amenaza en desarrollo.
El equipo de campaña no aclaró si estaba consciente de la amenaza iraní. “No comentamos sobre los detalles de seguridad del presidente Trump”, afirmaron en un comunicado. Anthony Guglielmi, portavoz del Servicio Secreto, confirmó que se han añadido recursos de protección al equipo de seguridad del ex presidente. Además, se han emitido advertencias sobre los riesgos de realizar mítines al aire libre, que presentan mayores peligros en comparación con eventos cerrados.