En diciembre de 2024, los estados de Nueva York y Pensilvania están experimentando temperaturas inusualmente bajas, marcando uno de los inviernos más fríos registrados en su historia reciente. Ciudades como Nueva York y Filadelfia han registrado temperaturas mínimas que no se observaban en décadas. Por ejemplo, el 1 de diciembre de 2024, Nueva York reportó una temperatura mínima de -2.8 °C, mientras que Filadelfia alcanzó los -3.3 °C.
Este fenómeno contrasta con inviernos anteriores, donde se registraron temperaturas más cálidas de lo habitual. En marzo de 2024, se informó que Estados Unidos vivió uno de los inviernos más cálidos en 130 años, con ciudades como Nueva York y Filadelfia presentando déficits notables de nieve.
La actual ola de frío ha generado preocupaciones entre los residentes y autoridades locales, quienes están tomando medidas para enfrentar las bajas temperaturas y garantizar la seguridad de la población. Se han emitido alertas meteorológicas y se han habilitado refugios para personas en situación de calle, con el fin de mitigar los efectos adversos del frío extremo.
Este evento climático resalta la variabilidad del clima en la región y la importancia de estar preparados para condiciones extremas, independientemente de las tendencias observadas en años anteriores