Claudia Sheinbaum ha hecho historia al ser investida como la primera presidenta de México, un momento histórico que marca un nuevo capítulo en la política del país. En una ceremonia cargada de simbolismo y emoción, Sheinbaum asumió el cargo, destacando su compromiso con la justicia social, la equidad y la transparencia.
Este logro llega tras un proceso electoral que incluyó varias impugnaciones a los resultados de la elección del 2 de junio. Finalmente, la morenista recibió la constancia oficial que la acredita como presidenta electa de México. Este documento, que fue entregado en un acto formal, subraya la confirmación de su victoria y su firme posición como líder del país.
Durante su discurso inaugural, Sheinbaum destacó su intención de respetar el legado de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, mientras se enfoca en los desafíos actuales. «Este es un momento histórico para México. Mi compromiso es construir sobre los avances logrados y enfrentar los desafíos que nos esperan con un gobierno dedicado a la equidad y al bienestar de todos», afirmó.
La investidura de Sheinbaum ha sido ampliamente celebrada por diversos sectores de la sociedad, que ven en ella una oportunidad para renovar la confianza en las instituciones y avanzar hacia un México más inclusivo y equitativo. Con su ascenso a la presidencia, el país no solo celebra un hito histórico, sino también una promesa de transformación y progreso.