Durante años, una compañía china ha liderado uno de los sectores más rentables en el ámbito de las criptomonedas. Las crecientes tensiones políticas y la posibilidad de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca representan una amenaza sin precedentes para su dominio.
Bitmain Technologies, ubicada en China, controla el 90% del mercado de equipos utilizados para minar Bitcoin. Un cliente importante la compara con De Beers en su apogeo, describiéndola como tan influyente que puede fijar los precios globales simplemente al modificar la producción de sus máquinas.
Ahora que el expresidente y crítico de China, Donald Trump, ha manifestado su deseo de que el bitcoin se «mine, acuñe y fabrique» en Estados Unidos, Los competidores emergentes ven una oportunidad para arrebatarle el negocio a Bitmain. Algunos están insistiendo en que los mineros deberían diversificar sus proveedores para protegerse del riesgo geopolítico.
La retórica de Trump se suma a un ambiente político que ya está en complicaciones para Bitmain en Estados Unidos, donde se realiza la mayor parte de la minería de Bitcoin y aumentan las preocupaciones sobre el uso del equipo para espionaje.
Rajiv Khemani, CEO de la startup californiana Auradine y competidor de Bitmain, señala que Trump podría estar buscando desafiar un escenario dominado por una sola empresa china debido a preocupaciones de seguridad nacional.