El gobierno federal avanza con paso firme en su estrategia de vivienda. El Programa Vivienda para el Bienestar ya alcanzó a más de 1 millón 564 mil personas, quienes se han beneficiado con quitas, condonaciones y liquidaciones de créditos que parecían impagables.
De esa cifra, 149 mil casos corresponden al Fovissste y más de 1.4 millones al Infonavit, lo que representa un alivio real para familias trabajadoras que hoy respiran con menos deudas y mayor certeza patrimonial.
Construcción de viviendas: se duplica la meta
En un principio, se había planteado la edificación de un millón de viviendas durante el sexenio. Sin embargo, la meta se amplió y ahora se levantarán 1.8 millones de viviendas nuevas, destinadas principalmente a quienes perciben entre uno y dos salarios mínimos. Estas casas estarán a cargo de los tres organismos rectores en la materia: Infonavit, Fovissste y Conavi.
Las viviendas serán dignas y funcionales, con un espacio de al menos 60 metros cuadrados, diseñadas para ofrecer estabilidad a las familias y consolidar el derecho a la vivienda.
Además, se ha hecho un esfuerzo particular en atender a los no derechohabientes, quienes históricamente habían quedado fuera de este tipo de apoyos.
Créditos accesibles y tasas preferenciales
Uno de los puntos más destacados es que la Conavi ofrecerá créditos con tasa de interés cero, con un costo promedio de 600 mil pesos por vivienda, bajo el principio de que la mensualidad no supere una tercera parte del ingreso familiar.
En el caso de Infonavit y Fovissste, las tasas no rebasan el 8%, lo que coloca al programa como una de las opciones más competitivas de los últimos años.
Con estas condiciones, se busca que las familias puedan acceder a un hogar sin caer en esquemas de endeudamiento que las ahoguen a largo plazo.
Más que casas: créditos y escrituras
El programa no se limita a la construcción de nuevas viviendas. También contempla la entrega de 1.8 millones de créditos para mejoramiento de vivienda, lo que permitirá a las familias ampliar, remodelar o rehabilitar sus hogares actuales.
A ello se suma un objetivo ambicioso: la escrituración de un millón de viviendas, lo que representa certeza jurídica para miles de familias que antes vivían en la incertidumbre.
Un impacto histórico
En cifras totales, el Programa de Vivienda para el Bienestar beneficiará a 3.6 millones de familias en todo el país.
Nunca antes se había implementado un plan de tal magnitud, que no solo construye casas, sino que genera un impacto directo en la calidad de vida de millones de mexicanos.
La política de vivienda de esta administración se presenta como un proyecto transformador, que rompe con inercias del pasado y coloca al derecho a la vivienda en el centro de la agenda social. Con este plan, millones de familias trabajadoras podrán no solo acceder a un techo digno, sino también mejorar su patrimonio y construir un futuro más estable.
