El presidente López Obrador parece señalar que aunque México mantiene una buena relación con líderes políticos importantes de Estados Unidos, existen diferencias basadas en criterios de política exterior arraigados desde hace tiempo. También parece destacar discrepancias con respecto a la percepción de México en temas de derechos humanos, especialmente en relación con un informe reciente de Estados Unidos.
López Obrador está expresando su opinión sobre la política exterior de Estados Unidos, destacando que mientras algunos funcionarios muestran respeto y están abiertos al diálogo igualitario, otros mantienen una postura intervencionista arraigada en el pasado. Su percepción refleja las complejidades y tensiones en las relaciones internacionales.
La crítica del presidente parece centrarse en la percepción de Estados Unidos de tener autoridad para calificar la conducta de países independientes como México en materia de derechos humanos, lo cual él considera anacrónico.
Unido a esto, AMLO denunció que México destine a atender el problema migratorio “cómo dos mil o tres mil millones de dólares al año”, mientras que desde hace mucho tiempo, asegura que Estados Unidos no dedica su inversión a atender las causas que critican.
El presidente está señalando que no están interviniendo en las cuentas de las universidades ni amenazando con medidas coercitivas, pero espera que cambien y dejen de financiar acciones que violen los derechos humanos, como las protestas propalestinas que llevaron a más de 400 arrestos en varias universidades de Estados Unidos.