El gobernador de Nuevo León, Samuel García, enfrenta un creciente descontento respecto a su proyecto político, que parece estar lejos de cumplir las expectativas que generó al inicio de su administración. Su cercanía con figuras como Jorge Álvarez Máynez, quien ha sido mencionado como un posible candidato a la presidencia de México, y Mariana Rodríguez, aspirante a la alcaldía de Monterrey, ha añadido una nueva dimensión a su ya complicado panorama político.
A pesar de que García ha intentado capitalizar su relación con Claudia Sheinbaum, exjefa de Gobierno de la Ciudad de México y figura prominente en el movimiento de la Cuarta Transformación, las tensiones en su partido han comenzado a afectar su posición. La falta de apoyo por parte de Dante Delgado, líder nacional de Movimiento Ciudadano, ha dejado a García en una situación precaria, lo que ha debilitado su base de poder y ha generado dudas sobre su futuro político.
La creciente frustración entre la ciudadanía respecto a la gestión de García, así como la percepción de que sus aspiraciones políticas están desmoronándose, han comenzado a mermar su popularidad. En medio de una serie de críticas por la falta de resultados tangibles en áreas clave como la seguridad y la movilidad, el proyecto político de García se ha visto seriamente cuestionado.
Mientras tanto, el futuro político de sus cercanos colaboradores, como Mariana Rodríguez y Jorge Álvarez Máynez, también se encuentra en la cuerda floja, lo que refleja la inestabilidad de la administración de García. Con un panorama incierto y un respaldo debilitado, Samuel García se enfrenta a la dura realidad de que su proyecto político, tal como se había concebido, parece estar fracasando.